Ayer me contaron esta historia y hoy la quiero compartir con vosotras y vosotros, o tal vez ir un poco más allá y pediros que me respondáis a la pregunta.
“Están allí, pintadas en las paredes y en los techos de las cavernas.
Estas figuras, bisontes, alces, osos, caballos, águilas, mujeres, hombres, no tienen edad. Han nacido hace miles y miles de años, pero nacen de nuevo cada vez que alguien las mira.
¿Cómo pudieron ellos, nuestros remotos abuelos, pintar de tan delicada manera? ¿Cómo pudieron ellos, esos brutos que a mano limpia peleaban contra las bestias, para crear figuras tan llenas de gracia? ¿Cómo pudieron ellos dibujar esas líneas volanderas que escapan de la roca y se van al aire? ¿Cómo pudieron ellos…?
¿O eran ellas?"
Eduardo Galeano
Espejos: una historia casi universal
Editorial Siglo XXI
Gracias Yolanda
3 comentarios:
¡Me encanta! La idea de mostrar que en nuestros relatos históricos se invisibiliza a la mitad del género humano, sin decirlo, con ese final sorprendente...
¡Me encanta! La idea de mostrar que en nuestros relatos históricos se invisibiliza a la mitad del género humano, sin decirlo, con ese final sorprendente, me parece que es la mejor manera de apelar al mismo tiempo a nuestra razón y a nuestras emociones.
Ojalá muchos mas planteamientos tuvieran esa cuestión como termino. Movería el mundo.
Por cierto me encanta este blog. Enhorabuena porque siempre está al día!!
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